Mira
El estómago, el esfínter y el esófago conversaban sobre aquel atardecer donde todo cambió. Detestaban el alcohol y las drogas. No esperaban conocer el dolor de esta manera. Aquella colisión los hizo temblar como nunca.
El estómago, el esfínter y el esófago conversaban sobre aquel atardecer donde todo cambió. Detestaban el alcohol y las drogas. No esperaban conocer el dolor de esta manera. Aquella colisión los hizo temblar como nunca.
-Mi bolsillo se rompió. No importa, llevaba solo mis deseos. Cada hilo, cada agujero son las heridas de mi combate.
-¿Qué dices abuela?
-No sé, estoy fuera de onda.
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