Javi Físico
Aquel tono malva en el collado, ahora ligeramente desdibujado por el paso del pincel, no era lo que él esperaba. Definitivamente la sangre de unicornio no era el maravilloso pigmento que esperaba.
Aquel tono malva en el collado, ahora ligeramente desdibujado por el paso del pincel, no era lo que él esperaba. Definitivamente la sangre de unicornio no era el maravilloso pigmento que esperaba.
Cómo había llegado hasta ahí era un misterio. Hace unos instantes estaba sola en su casa. Ahora el jurado esperaba su decisión. El acusado la miró con ojos vidriosos: su vida estaba ahora en sus manos.
Sus miradas se cruzaron un instante. Ambos sabían que no acudiría en su auxilio. Blancanieves continuó su camino mientras el Principe Azul enfrentaba la turba indignada contra su reinado tiránico.
<<Mamba Colosal – Caution: Extreme Biohazard>>
Wu Tzu miraba horrorizado la etiqueta del pequeño vial roto en el suelo del vestuario.
-Ríete de la COVID- pensó estúpidamente mientras el virus iba paralizando su sistema nervioso central.
Al ver la mancha color añil oscuro en forma de hoz marcando la nalga del recien nacido supo que por fin había encontrado al elegido. Sonriendo, Iósif apretó el gatillo: nadie le robaría su pueblo.
“Por último, encendió el fuego en la pequeña caldera de su pecho. Aquello marcaba el nacimiento de una nueva era. Golem abrió lo ojos, esperando las órdenes de su amo”.
Tanuc prendió un fósforo, encendió su cigarrillo y contempló su obra. Un nuevo universo giraba y evolucionaba ante sus ojos. Sonrió. De todos los escritores claramente él era el mejor.
Se movía a través del humo como un lobo acechando un rebaño de ovejas. Sorteando dos hombres inconscientes por el opio vislumbró su siguiente víctima. Su nuevo martir le esperaba.
Mirena observó con aprensión el humo ocre del cohete que se alejaba. La actriz empezaba a preguntarse si ir hasta Marte para grabar aquel anuncio para Amazon había sido tan buena idea.
Ahora aquello no era mas que otro accidente geográfico más. Nada se movía ya salvo el polvo mecido por la brisa que se filtraba entre los huesos ocres del gigante.
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