Toño (Ganador)
El pobrecito no podía parar de temblar. No le culpo, tan solo unos instantes atrás no era más que un puñado de polvo, y ahora luchaba por retener un trago de agua en el estómago.
Los más grandes e inigualables relatos premiados por la comunidad internacional de Literatos
El pobrecito no podía parar de temblar. No le culpo, tan solo unos instantes atrás no era más que un puñado de polvo, y ahora luchaba por retener un trago de agua en el estómago.
¡Qué onda! nos decíamos al salir de la escuela,
Pero eso era antes.
Lo que hablamos ahora, simplemente no es para todos los bolsillos.
A veces, ni estómagos.
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