Toni
Ni si quiera el hecho de haberlo jurado pudo detenerla. Lo que allí se hacía ya no era un misterio, eran crímenes contra la humanidad. Tendría que darle visibilidad.
Ni si quiera el hecho de haberlo jurado pudo detenerla. Lo que allí se hacía ya no era un misterio, eran crímenes contra la humanidad. Tendría que darle visibilidad.
La encontraron muerta por la mañana. Era la tercera este mes. Para algunos resultaba un misterio pero encontré un patrón claro: miembros del jurado de talent shows. Responsables de hundir carreras artísticas la última década.
Los ojos de Nuralem brillaban de emoción al destapar el misterio en el que tanto había trabajado. El sobrecogido jurado lo veía latir con contundencia. Estaba vivo. Tenían un ganador.
Lo de anoche era de animales.. El ruido: colosal. Todos nos mirábamos . La mañana abrazaba aquella plaza como una madre cansada a su hijo. Un payaso gritó: “Ojo, la mamba.” Callamos. Solo se escuchaban los sorbos.
Con poco es feliz la mamba. En un mundo colosal para ella, casi nada pasa. Con paciencia espera. Viste su sonrisa maliciosa. Según pases cerca, una mordedura certera.
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